Este título lo he jugado emulado y en versiones remasterizadas como la Metal Gear Solid: Master Collection Vol. 1, por eso no hablaré desde la experiencia original, pero aun así mencionaré en algún momento a la MSX 2 y daré algún dato sobre ella.
Originalmente el juego salió en el año 1987 para MSX 2 y en el mismo año salió una versión para NES, de la cual aquí no hablaré porque es diferente. Posteriormente también se podría jugar al juego de MSX 2 en PS2, como parte del Metal Gear Solid 3: Subsistence.
HISTORIA
Estamos ante el comienzo del gran personaje que es Solid Snake y su primera misión como agente de FOXHOUND, una unidad de fuerzas especiales creada por el legendario soldado Big Boss. El objetivo es introducirse sigilosamente en Outer Heaven, el país ficticio de soldados mercenarios donde se producen armas de destrucción masiva, y rescatar al agente Grey Fox (muy importante en la saga), además de investigar que está pasando con Metal Gear, la máquina bípeda que sirve para lanzar misiles nucleares a cualquier lugar del mundo.
El Metal Gear fue ideado por el Dr. Drago Pettrovich Madnar, científico que aparece también en la segunda parte y que es mencionado en Metal Gear Solid 1 y 4. Lo curioso es que este doctor tiene la apariencia del mismísimo Albert Einstein y acabará creando también dos cyborgs llamados Bloody Brad, unos minijefes que originalmente se llamaban Arnold como referencia a Schwarzenegger y Terminator. De hecho el modelo de los cyborgs es TX-11 en vez de T-800.
Por lo tanto ya veíamos los primeros guiños que quería hacer Kojima al mundo del cine, como el de la portada del juego, que roza el plagio a la película antes mencionada, con Solid Snake siendo un copia y pega del actor Michael Biehn haciendo de Kyle Reese. Por supuesto Kojima no se quedaría contento con eso y en el futuro de la saga el número de plagios, referencias, tributos (como queráis llamarlos) aumentará.
Al final de la historia descubriremos que Big Boss es el fundador de Outer Heaven y por tanto acabaremos enfrentándonos a él, porque con ese nombre tienes que ser si o si el Jefote final del juego.
GAMEPLAY
Para empezar este apartado hablaré de MSX2, una versión mejorada de MSX, un microordenador de 8 bits de los años 80 y principios de los 90. Esta máquina fue anunciada por Microsoft y ASCII Corporation en 1983 y se convirtió en una de las dominantes en el mercado doméstico, teniendo éxito en algunos países de Europa y Latinoamérica, pero también en Japón y la extinta URSS. Su mayor competencia fue Commodore 64 y Amstrad CPC. Donde más le costó conquistar el mercado fue en Estados Unidos y alguna parte de Europa, debido a la popularidad de Commodore. Además por esa época salió la NES y con el paso de los años la gente se ha ido olvidando de MSX.
Centrándome por fin en el juego, en este comienzo de la saga ya se pueden ver características que la definirán en el futuro, como por ejemplo los signos de exclamación encima de los enemigos cuando nos detectan. Si solo aparece uno significa que los enemigos que vemos en esa pantalla irán a por nosotros, pero los demás no, así que bastará con movernos a otra pantalla para que dejen de seguirnos. Cuando los signos son dos nos perseguirán todos hasta acabar con ellos o hasta meternos en un ascensor.
También aparece por primera vez el intercomunicador con el que nos llamará Big Boss y sirve para llamarle a el o a otros miembros de la resistencia como por ejemplo: su líder Jennifer, la experta en enemigos Diane, etc. Cada uno de ellos tendrá diferentes números que se guardarán por orden si les llamamos y nos ayudarán en algunos momentos cuando estemos perdidos. Por tanto este es el precursor del codec en futuros títulos.
El juego ya nos reta a tener paciencia y ser sigilosos, aunque sea de una forma muy arcaica, por ejemplo mientras los enemigos no están mirándonos directamente podemos pasar por al lado sin ser vistos. Una manera de adquirir raciones o municiones es golpeando a los soldados sin que nos detecten. Aun así hay ciertas zonas donde la forma de avanzar es escapando de algunos enemigos y el sigilo es casi imposible.
Hablando de zonas, las visitaremos más de una vez, ya sea porque nos matan o porque hay que hacer backtracking, es decir, hay que ir y volver de aquí para allá en busca de tarjetas de nivel, objetos o armas que necesitaremos para avanzar en la historia.
Además se darán situaciones únicas como tener que utilizar un misil a control remoto para destruir paneles de control porque el suelo está electrificado (igual que en el Metal Gear Solid 1), o golpear con los puños alguna pared para ver si se puede romper con un c4 y desbloquear una zona nueva.
Las diferentes partes de Outer Heaven se pueden reconocer por distintos colores en el suelo o las paredes, esto ayuda a orientarse un poco mejor ya que en este juego aún no había mapa.
A diferencia del primer Solid de la primera Play aquí no se puede ir por debajo de las cámaras de seguridad para que no nos detecten, hay que evitarlas de una manera distinta, mientras se van desplazando.
Respecto al control de Snake no hay movimientos en diagonal, solo se puede caminar vertical y horizontalmente, debido a las limitaciones técnicas de la época. Pero aún así el control está bien medido y no se hace incómodo.
Por supuesto hay jefotes en este título pero no son tan carismáticos como otros de la saga. Algunos nos dirán sus nombres y eso nos dará una pista de su estilo o de como tenemos que combatirlos. Por ejemplo: Machinegun kid, Fire Trooper, Shotmaker, etc.
Pero también hay máquinas poderosas (las cuales no sabemos quien las controla) como un helicóptero Hind D, un tanque, o incluso un híbrido de un buldócer y un tanque.
Algo que me gusta mucho es que el progreso se refleja según el rango o la clase que tengamos (en forma de estrellas), y este aumenta a medida que vamos rescatando rehenes, lo cual supondrá también un incremento en la barra de vida, el número de raciones que podemos llevar y la capacidad de munición de las armas.
Las diferentes armas son pistolas, metralletas, lanzacohetes, minas, misiles y explosivos plásticos. Lo bueno es que la mayoría no están de relleno y son necesarias para avanzar estallando un muro o para derrotar jefes. Las batallas para derrotar a estos últimos están diseñadas de manera bastante inteligente, pero el fallo es que la mayoría solo requiere que uses un arma hasta que la munición se agote.
Uno de los mayores problemas son las tarjetas de acceso para abrir diferentes puertas, porque no hay nada en las mismas puertas que identifique cual de ellas hay que usar, hay que utilizar cada una hasta que toque la correcta que te permita pasar, es algo que ha envejecido fatal.
Sin embargo, una cosa que si me gusta es que hay zonas con gas que nos quitarán la vida si no llevamos equipada una máscara que se puede conseguir en una habitación. Es decir, hay un motivo para volver atrás, descubrir nuevas salas o abrir salas para seguir avanzando en la aventura. Por lo tanto, descubrir nuevos objetos nos ayudará a diferentes situaciones, como las gafas infrarrojas para evitar láseres, el detector de minas para poder verlas o la caja de cartón clásica para esconderse.
CONCLUSIÓN
Metal Gear es un juego de sigilo muy antiguo que inevitablemente ha envejecido mucho pero que fue muy original para su época y muy influyente, tanto que creó una de las sagas más importantes en la historia de los videojuegos.
Como título aparte lo considero esencial para su género pero quizás no tan bueno y popular como si lo fueron otros juegos de otros géneros en esa época. Creo que la evolución de la saga fue necesaria para que Kojima pasase a otro nivel y al final dejase su huella en la industria con los primeros Solid, los cuales para mi son obras maestras y este título pues no tanto.
Jugarlo ahora después de tanto tiempo supone un reto porque es necesario mentalizarse que es un título retro de verdad, con un diseño anticuado pero que a la vez sigue siendo disfrutable.
Aunque el sigilo parezca simple de primera mano, al final funciona y te acabas acostumbrando a su mecánica. Está claro que Metal Gear no te ayuda mucho a avanzar, pero eso también es positivo porque la exploración y el uso de tu inventario acaba dependiendo casi siempre de ti.
Yo lo recomendaría si eres muy fan de la saga y aún no lo has jugado, o si quieres jugarlos todos por orden de salida para enterarte bien de la historia. Pero si eres nuevo y quieres empezar por este pues no creo que sea la mejor opción, sobre todo por la jugabilidad y el paso de los años. Esto como siempre es cuestión de gustos.
Está claro que Metal Gear es un adelantado a su tiempo, con ideas demasiado ambiciosas para su época pero que supusieron el inicio de una de mis sagas favoritas.
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